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domingo, 17 de febrero de 2013

AURORE DUPIN




George Sand

   George Sand, cuyo verdadero nombre era Amandine Aurore Lucie Dupin, baronesa Dudevant, tuvo que forjar su historia literaria con un seudónimo masculino para poder ser publicada. En su época era imposible que una mujer hiciera uso de sus propias palabras para expresar sus ideas. El único camino posible para Aurore fue construirse una identidad masculina para ser aceptada en el mundo literario.
Mujer fascinante, emblemática, fuera de época -pero tan de su momento.

George Sand con un poema que le dedicó (¿o se dedicó?) a Amandine Aurore Lucie Dupin....

Muéstrame tu vientre,
mujer de sangre real,
muéstrame entre llantos,
tu Nohant celestial

Eres dueña de tus ideales,
pero esclava de tus pasiones,
entre epitafios capitales
Musset elevó sus canciones

Eres la musa de poetas
la dama de caballeros,
culto de mis querellas
mujer de cabellos negros

Mujer de letras virtuosas
no flaquees ante el amor
que con sus mazurkas
no podrás con su candor

Serás la madre amante,
serás el cimiento de la creación
te he querido vacilante
ahora eres mi gran pasión

Mujer del renacimiento,
resurgiste en las ideas,
regresa en este momento
a abrir todas las puertas.

Madame Aurore Lucie Dupin,
baronesa Dudevant,
mujer de gran casta,
te hacías llamar

George Sand



Contesta:
  1. Resume el contenido del poema.
  2. Analiza las figuras literarias.
  3. Busca información sobre la autora.








  1. George Sand:

    Detrás de este nombre masculino se esconde una escritora influyente del romanticismo y una destacada defensora de la libertad personal, la igualdad de la mujer y las causas revolucionarias de su tiempo.
    "Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado"


    LAS CUATRO IDEAS CLAVE DE SU PENSAMIENTO

    1. ESTAR AL DÍA. Cuando se divorciÓ, George Sand escribió de su marido: “Lees sin ningún interés y al cabo de un par de líneas, el fastidio y el sueño te hacen caer el libro de las manos. Te vuelves de espaldas cuando oyes tocar el piano y no conoces a ninguno de los escritores de los que te hablo”.
     A diferencia de su marido, un militar chapado a la antigua, George Sand se interesó siempre por las novedades de su época. En realidad, no solo iba a la moda, sino que muchos consideraban que ella era, de hecho, la moda.
    Además de novelas, escribió ensayos para informar sobre la actualidad social, política y cultural del momento, y como tal, fue una persona muy solicitada en las tertulias y amiga de varios artistas. 

    2. SER REALISTA. A pesar del romanticismo destilado por sus novelas, George Sand fue una persona muy realista. Como mujer, se enfrentó a la situación de ser madre divorciada con dos hijos y tener que competir en un trabajo tradicionalmente reservado a los hombres: la literatura. Creía en la autorrealización a través del trabajo: “¡Dejadme escapar de la mentirosa ilusión de la felicidad!” Dadme trabajo, cansancio, dolor y entusiasmo”. 

    3. PRECURSORA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y SOCIAL. A pesar de sus defectos, que pudieron ser muchos, y de los sinsabores de la vida, que también abundaron, según varios testimonios, la compañía de George Sand era muy agradable. Tal vez porque fue una precursora de lo que hoy llamamos Inteligencia Emocional.
     Para ella, la facultad de sufrir del ser humano solo tenía un sentido, como ella misma explicó: “Enseñarnos a no querer hacer sufrir a otros”. En consecuencia, “la inteligencia busca, pero quien encuentra es el corazón”, y “el que tiene buen corazón nunca es estúpido.” También decía: “No somos solo cuerpo, o solo espíritu, somos cuerpo y espíritu a la vez”. 

    4. ACEPTAR LAS CONSECUENCIAS. “Pese a que en este extraño modo de vida no había nada de lo que yo pudiera avergonzarme, lo adopté teniendo clara conciencia de las consecuencias que podía tener sobre mi reputación. (...) Parecía que el destino me empujaba. Lo sentía imbatible y estaba decidida a que así fuese; no un grandioso porvenir, era demasiado independiente en medio de mi fantasía para alimentar cualquier tipo de aspiración, sino tan solo un destino de libertad espiritual y aislamiento poético, en una sociedad a la que no pedía más que olvido”.
     
     

domingo, 10 de febrero de 2013

DERECHOS ASERTIVOS




Derechos Asertivos

1.   Derecho a ser tratados con respeto y dignidad.
2.   Derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones.
3.   Derecho a ser escuchado y tomado en serio.
4.   Derecho a juzgar mis necesidades,  establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones.
5.   Derecho a decir "NO" sin sentirme culpable.
6.   Derecho a pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor tiene derecho a decir nno".
7.   Derecho a cambiar.
8.   Derecho a cometer errores.
9. Derecho a pedir información y ser informado.
10. Derecho a obtener aquello por lo que pagué.
11. Derecho a decidir no ser asertivo.
12. Derecho a ser independiente.
13. Derecho a decidir qué hacer con mis propiedades, cuerpo, tiempo..., mientras no se violen los derechos de otras personas,
14. Derecho a tener éxito.
15. Derecho a gozar y disfrutar.
16. Derecho a mi descanso, aislamiento.
17. Derecho a superarme, aun superando a los demás.
18. Derecho a realizar cualquier cosa (ajena a la lógica y la razón), mientras no violemos los derechos de los demás.

LA CIUDAD DE LOS POZOS






LA CIUDAD DE LOS POZOS






Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta. Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes… pero pozos al fin. Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior). Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.

La comunicación entre ellos era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado. Un día llegó a la ciudad una ‘moda’ que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido.

Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.

Pasó el tiempo… La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior… Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose. No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.

Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad… Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.

Pronto se dio cuenta que todo lo que tenia dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido… Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo.

Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshecho… Un día, sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: adentro, muy adentro, y muy en el fondo encontró agua. Nunca antes otro pozo había encontrado agua…

El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera. (…). La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar ‘El Vergel’.

Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro. -Ningún milagro- contestaba el Vergel- hay que buscar en el interior, hacia lo profundo… Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse.

(… ) En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío… Y también empezó a profundizar…Y también llegó al agua… Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo (…).

Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma… Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.

Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto:

La comunicación profunda sólo la consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar…


Cuento de JORGE BUCAY