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sábado, 28 de mayo de 2016

TÉCNICAS DE ESCUCHA ACTIVA



  TÉCNICAS DE ESCUCHA ACTIVA

    Nuestro cuerpo está deseando comunicarse con nosotros/as y la naturaleza lo ha puesto fácil. Somos una máquina perfecta y nuestro organismo está preparado para recibir atención a través de múltiples caminos. Dándonos permiso para acceder a él, descubriremos dolencias físicas y emocionales, si las hay; y bienestar siempre.


Técnicas de “escucha activa”:


*      A través del Tacto: El mayor órgano del cuerpo es la piel; a través de ella percibimos temperatura, presión, fuerza y emociones.


*      A través del Oído: Estamos sujetos a  escuchar gritos, risas, música…que nos puede hacer vibrar. Nuestro cuerpo puede cuidarse a través de lo que oímos: biodanza, musicoterapia. Sonidos seleccionados se convierten en una suerte de homeopatía musical y fluyen por todo el organismo.


*      A través del Movimiento: Nuestro cuerpo es sinónimo de movimiento, evolución, crecimiento; por eso, es posible curarse con el movimiento.: antigimnasia, coaching del cuerpo, rolfing. Tomar conciencia de nuestro cuerpo permite utilizarlo inteligentemente a la vez que recuperar la flexibilidad y la suavidad de movimientos.


*      A través de la Respiración: Pese a la importancia del movimiento, la realidad es que por un tiempo prolongado podemos prescindir de él. También podemos estar sin movernos, oír o tocar, pero no podemos dejar de respirar. Es lo que nos hace ser vivos. Por eso, es tan interesante tenerlo presente en la búsqueda del equilibrio cuerpo-mente porque nos puede curar: yoga…


*      A través de la Creatividad: Si la respiración nos distingue como seres vivos, el arte lo hace como seres humanos. Es nuestra imaginación hecha materia. Por eso curarnos a través del arte involucra cuerpo y mente: arteterapia, psicodrama, danza vivencial…


     El estrés, enfermedad, ejercicio físico extremo…todo se refleja en el cuerpo y en la mente. Si escucho las lecciones de mi cuerpo podré descubrir la estrecha relación entre el plano físico y mental y lo importante que es escucharse para hallar el equilibrio.

     Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, mantenemos un diálogo con nuestro organismo: sentimos que nos duele la cabeza, que nos aprietan los zapatos, que nos relaja una música… Estamos envueltos por molestias y placeres más  o menos intensos, más o menos ordenados, que algunas veces son susurros y otros auténticos gritos. Nuestro cuerpo nos habla, pero eso no significa que sepamos escucharlo. Saber hacerlo hace que comprendamos qué nos pasa y nos ayuda a interpretarlo y cuidarlo.