LOS CUATRO MONJES
Cuatro monjes se retiraron a un monasterio
en la cima de una alejada montaña, para llevar a cabo un entrenamiento
espiritual intensivo. Se establecieron en sus celdas, pidieron que nadie les
molestase a lo largo de los siete días de retiro y se autoimpusieron el voto
de silencio durante esas jornadas. Bajo ningún concepto despegarían los
labios. Un novicio les serviría esos días como asistente.
Llegó la primera noche y los cuatro monjes
acudieron al santuario a meditar. El silencio era impresionante. Ardían
vacilantes las lamparillas de manteca de yak y olía a incienso. Los monjes se
sentaron en meditación.
Transcurrieron dos horas y de repente
pareció que una de las lamparillas iba a apagarse. Uno de los monjes,
dirigiéndose al asistente, dijo:
-Estate atento, muchachito, no vayas a
dejar que la lamparilla se apague.
Entonces uno de los otros tres monjes le
llamó la atención:
-No olvides que no hay que hablar durante
siete días y menos en la sala de
meditación.
Indignado, otro de
los monjes dijo:
-¡Parece mentira! ¿No recordáis que habéis
hecho voto de silencio?
Entonces el cuarto
monje miró recriminatoriamente a sus compañeros y exclamó:
-¡Qué lástima! Soy el único que observa el
voto de silencio.
Cuento tibetano.
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Piensa y opina:
1. ¿Qué te sugieren estas palabras?
“Entrenamiento espiritual intensivo”
“Se autoimpusieron”
2.
Interrogantes para diálogos:
-¿Es conveniente pensar sobre nuestra
personalidad y modo de ser?
-¿Crees qué es posible educarse a sí
mismo?
-¿Puede producirse el autoengaño?
-¿Qué opinas del final del cuento?
-¿Qué te autoimpondrías para
superarte? (Prioriza numéricamente: 1,
2…)
q Ser diligente
q Escuchar a los otros/as
q Encontrar nuevos amigos /as
q Escribir lo que siento
q Hacer más deporte
q Obtener mejores notas
q Tener más voluntad
q Leer con frecuencia
q Vencer la timidez
q Conocer otras culturas distintas