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lunes, 22 de febrero de 2016

ESQUEMAS: LITERATURA ROMÁNTICA



LITERATURA ROMÁNTICA
Primera mitad del siglo XIX

El Romanticismo responde al impulso revolucionario de la primera mitad del XIX. Basado en la exaltación del individuo y en el culto a la libertad artística, supuso la victoria del sentimiento sobre la razón.

CONTEXTO Y CARACTERÍSTICAS
En la primera mitad del siglo XIX se originaron grandes tensiones en Europa: en la política, junto a ciertas revoluciones de signo liberal, aparecen movimientos reaccionarios que pretenden restaurar el Antiguo Régimen; la economía está marcada por la revolución industrial, y la burguesía, protagonista de estos cambios, verá su posición amenazada hacia 1850 por una nueva clase social: el proletariado.

Durante este período, España experimentará momentos de inestabilidad política que impedirán su verdadero desarrollo y que determinarán la tardía implantación del Romanticismo. Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), se promulgó en Cádiz una constitución de signo liberal (1812). Sin embargo, cuando Fernando VII llegó al trono en 1814, abolió la constitución e impuso de nuevo el absolutismo, que se vio amenazado por la sublevación de Riego y el Trienio Liberal. La restauración del poder absoluto del monarca vino acompañada por una época de dura represión, que ocasionó el exilio de muchos liberales.

Tras la muerte del rey en 1833, que desencadenó una guerra civil entre carlistas (absolutistas) e isabelinos (liberales) por el motivo de la sucesión, se concedió una amnistía que permitió el regreso de los exiliados y, con ello, el verdadero desarrollo del Romanticismo en España. En este momento se abre un período marcado por las regencias de María Cristina y de Espartero durante la minoría de edad de Isabel II. El ministro liberal Mendizábal decretó durante la regencia de María Cristina la expropiación de bienes eclesiásticos (lo que se conoce como desamortización de Mendizábal). Esta medida, que se planteó como un saneamiento económico, responde también al enfrentamiento que durante estos años vivieron la Iglesia (que había apoyado a los carlistas) y el régimen liberal. El acceso de Isabel II al trono en 1843 abre de nuevo una época de retroceso en las libertades que se verá materializado en la dictadura de Narváez en 1848.

El auge del Romanticismo en España fue muy breve (entre 1833 y 1850, cuando ya había comenzado su declive en Europa). A partir de 1850, aparece en el horizonte literario una nueva tendencia: el Realismo. Este convive con la manifestación tardía del Romanticismo, el Posromanticismo, en el que se inscribe la obra de Bécquer y Rosalía de Castro.

MENTALIDAD ROMÁNTICA Y LITERATURA

Frente al equilibrio clásico, las normas y el didactismo dominantes en el siglo XVIII, los románticos defendieron la originalidad. Se concibe al artista como un ser dotado de un genio creador que no debe ser coartado. La libertad en la vida y en el arte es base del pensamiento romántico, tal y como lo expresa Larra:

“Libertad en literatura, como en las artes, como en la industria, como en el comercio, como en la conciencia. He aquí la divisa de la época”.
Larra
Los autores románticos concretan esta mentalidad en los siguientes rasgos:
  • El subjetivismo y el individualismo. Los sentimientos y deseos dominan la literatura: el ansia de libertad y el amor se transforman en ideales de vida. El amor romántico adquiere con frecuencia matices trágicos; es una pasión que se enfrenta a diversas barreras o un ideal inalcanzable. El sentimiento amoroso aparece a menudo truncado por normas sociales o por un destino adverso. Sin embargo, se plantea como una fuerza a la que el hombre tiende inevitablemente. Además del sentimiento, la literatura acoge otros elementos no racionales, como la fantasía, la imaginación o el sueño. Asimismo, el individualismo se refleja en la importancia del tema de la soledad: el hombre se siente aislado y diferente. Culto al yo.
  • La proyección en la naturaleza. Como consecuencia de la primacía de lo subjetivo, los escritores buscan en la naturaleza un confidente. El paisaje a menudo refleja sus estados de ánimo atormentados: ambientes nocturnos, lugares agrestes, ruinas, tormentas...
  • El enfrentamiento con la realidad. El idealismo romántico produce un choque entre los deseos y la realidad. Este contraste ocasiona a menudo decepción, angustia, desengaño y escepticismo en el individuo. El rechazo de las circunstancias presentes se traduce con frecuencia en una defensa de la justicia social o en un deseo de evasión hacia tiempos pasados y lugares exóticos.
  • El gusto por lo sobrenatural y misterioso. La muerte, los cementerios y los ambientes misteriosos son muy frecuentes en la literatura. El romántico se siente atraído por todo lo que la razón no es capaz de explicar. Así, el mundo y el destino humano son concebidos, precisamente, como una incógnita y parecen estar dominados por la irracionalidad. La religión y el Más Allá se tratan, según el tipo de Romanticismo, con diversos grados de ortodoxia.
  • El interés por lo popular y lo nacional. Los románticos acogen todo aquello que interpretan como manifestaciones genuinas del alma de los pueblos: la historia, los romances, las leyendas...
  • Los géneros preferidos por los románticos son el lírico y el dramático, pues constituyen el cauce idóneo para mostrar los sentimientos. En la prensa, el talante crítico se manifiesta en el periodismo de opinión. Así también, el rechazo de las normas se aprecia en la mezcla de géneros (mezclan prosa y verso, lo cómico y lo trágico, no  se someten a la regla de las tres unidades, distintos metros en un mismo poema).
  • Respecto al estilo, el Romanticismo utiliza con frecuencia un lenguaje retórico, que contribuye a subrayar los sentimientos y aporta intensidad expresiva.



LA PSICOLOGÍA DEL ROMÁNTICO
El Romanticismo - como el Renacimiento o el Barroco - no se reduce a un fenómeno literario, sino que abarca todos los aspectos de la cultura de la época - desde la política hasta el arte, desde la literatura hasta las modas -, porque en el fondo viene a consistir en una especial actitud frente a la vida. De ahí que deba hablarse de la psicología del hombre romántico.
Estos son sus rasgos principales:


ESPÍRITU INDIVIDUALISTA
Uno de los rasgos capitales del Romanticismo reside en su espíritu individualista. El Romanticismo equivale a la rebelión del individuo, a la violenta exaltación de la propia personalidad. El "yo", al que ahora se le tributa un culto frenético, constituye el máximo objetivo de toda la vida espiritual. El mundo externo apenas conserva otro valor que el de mera proyección subjetiva. Agudo egocentrismo que tiene sus raíces en la doctrina enciclopedista (defensora de la postura crítica intelectual) y en el mundo prerromántico (rehabilitador del mundo de las emociones personales).



AISLAMIENTO
Y
SOLEDAD
El hombre romántico se caracteriza también por su aislamiento y soledad, temas básicos del Romanticismo. Su individualismo está marcado sobre todo por su conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto de los demás, que en ciertos casos incluso deriva en un sentimiento de superioridad - su genio, su desgracia o infelicidad mayor que las de nadie -. Esta es la razón por la cual el yo del artista pasa a ocupar el primer plano de la creación. Los sentimientos expresados en las obras románticas son los de sus creadores, quienes expresan su insatisfacción con el mundo, su ansia de infinito, su búsqueda del absoluto, su amor apasionado, su deseo vehemente de libertad, sus estados de ánimo, . Por este motivo la poesía lírica o la música son a lo largo de todo el siglo XIX las artes supremas.

ANSIA DE LIBERTAD
El ansia de libertad : El ya mencionado individualismo del hombre romántico produce en él una protesta contra las trabas que hasta entonces tenían cohibido su espíritu, lo cual deriva consiguientemente en un ansia de libertad que se refleja en todas las manifestaciones de la época: el arte, la literatura, la música, la industria, el comercio, la conciencia,...

IRRACIONALISMO
Los románticos rechazan la razón y todo lo racional. Sus temas preferidos están relacionados con lo sobrenatural, la magia y el misterio. A estos románticos les falta un pensamiento sistemático y coherente; no comprenden ni interpretan el mundo de una forma global.

SUBJETIVISMO
En el romanticismo se le concede una gran importancia a las emociones, los sueños o las fantasías. Como formas de conocimientos principales se aceptan la intuición, la imaginación y el instinto; es decir impulsos no racionales, marcados por los sentimientos. La pasión se considera una fuerza superior a la razón.




EL ESPÍRITU IDEALISTA
Los románticos sienten una gran predilección por lo absoluto, lo ideal, en conexión con la filosofía idealista, esencialmente alemana, que se impone con fuerza en toda Europa durante la primera mitad del siglo. Por este motivo buscan desesperadamente la perfección, lo absoluto, lo cual explica, por una parte su necesidad de acción, su vitalismo, pero por otra, los anhelos insatisfechos que derivan en su frustración e infelicidad. Ese vago aspirar hacia un mundo superior al de las realidades sensibles y que la razón no acierta a definir, cristaliza a menudo en unos ideales concretos, que el romántico se impone como norte de su vida: la Humanidad, la Patria, la Mujer. Hacia estos objetivos concretos el hombre romántico dirige sus ardorosos afanes: el sentimiento filantrópico, el ideal patriótico y el amor, al que a menudo se le une un vago misticismo.



ANGUSTIA METAFÍSICA
Al haber perdido la confianza en la razón, el ser romántico es por naturaleza alguien inseguro e insatisfecho, lo cual da lugar a la desazón vital romántica. El romántico siente la vida como un problema insoluble. Su instinto le denuncia la existencia de fuerzas sobrenaturales que escapan a todo conocimiento racional y una invencible angustia sobrecoge su ánimo. Se sabe víctima de un ciego Destino sin justificación lógica e increpa a la Naturaleza, que contempla impasible su dolor. La idea de infinito preside su vida; de ahí su inquietud febril y su terrible desequilibrio. Este aspecto es, sin embargo, también motor de la creación artística en la búsqueda constante del romántico de respuestas y soluciones a las dudas y problemas que se plantean.


CHOQUE CON
LA REALIDAD
Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.



EVASIÓN
Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.


NACIONALISMO
En el Romanticismo aparece una cierta obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su historia, en su literatura, en su cultura. Es ahora cuando se inventa el concepto de pueblo como entidad espiritual supraindividual a la que pertenecen individuos concretos que comparten una serie de características comunes: lengua, costumbres, folclore. Así se comprende la revitalización de los antiguos poemas épicos y de las leyendas y tradiciones locales. Es evidente que estas ideas románicas se oponen frontalmente al espíritu universalista de la Ilustración.


LOS TEMAS


SOLEDAD
Es propio del Romanticismo además el gusto por la soledad. Los románticos huyen de la realidad mediante el refugio en sí mismos, lo cual justifica la preferencia por lugares solitarios como castillos, cementerios, jardines, espacios apartados o recónditos, oscuros, ... Esta soledad del romántico nace también de la afirmación de su yo, de su individualismo.


NUEVA SENSIBILIDAD
Durante el Romanticismo se prolonga y amplía el sentimentalismo manifiesto ya en muchos autores ilustrados y que sitúa en primer plano la intimidad. Resultan características la introspección, la nostalgia, la melancolía, la tristeza y la soledad, a la vez que se extiende el sentimiento de fugacidad e infelicidad de la vida humana, lo cual provoca la típica angustia romántica. El gusto por lo sombrío y crepuscular son reveladores de tal sensibilidad.



NATURALEZA DINÁMICA
El artista romántico representa la naturaleza en forma dramática, en movimiento y con preferencia por la ambientación nocturna frente a la naturaleza artificiosa y bucólica propia del Neoclasicismo. Se oponen pues a la mesura y armonía neoclásicos el desorden y la falta de proporción. La naturaleza se identifica en el Romanticismo con los estados de ánimo del creador, y, según sean éstos, es turbulenta, melancólica o tétrica; es pues, una proyección de sus sentimientos. La naturaleza está, a su vez, por encima de todo, algo que se puede apreciar claramente en el tópico romántico de las ruinas, símbolo del predominio de la naturaleza sobre el hombre y sus obras.

TIPOS DE ROMANTICISMO
La aceptación de la ideología romántica adquiere diversos matices:
- El Romanticismo tradicional rechaza los preceptos ideológicos neoclásicos, pero se apoya en otros valores tradicionales como la religión, la monarquía absoluta o el patriotismo. Dentro de esta línea se encuentra, por ejemplo, la obra de José Zorrilla.
- Frente a este, el Romanticismo liberal (en el que se enmarca la obra de Larra o de Espronceda) supone un rechazo radical a todo el pasado: es anticlerical y republicano.

CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA ROMÁNTICA

La poesía romántica tiene como máximo representante a Espronceda. En la segunda mitad del siglo XIX, el Posromanticismo aporta un tono más intimista y depurado en la obra de Gustavo Adolfo Bécquer y de Rosalía de Castro.

La poesía romántica comparte con otros géneros los temas y ambientes que caracterizan a este movimiento: el amor, la soledad, los motivos sobrenaturales, la libertad, etc.

En cuanto a las formas, la métrica se caracteriza por la polimetría, es decir, por el empleo de diversos tipos de versos y estrofas en un mismo poema. Asimismo, destaca por la revitalización de los metros populares, especialmente el octosílabo, y otros versos de arte menor.

El Romanticismo cultiva tanto la poesía narrativa como la poesía lírica, aunque es en esta última en la que el sentimiento romántico encuentra su mejor medio de expresión. La tendencia romántica a la mezcla de géneros provoca que, no obstante, las obras presenten rasgos líricos o narrativos de forma simultánea. Las muestras más representativas de la poesía narrativa romántica, que se expresa fundamentalmente en poemas históricos, romances y leyendas, son El estudiante de Salamanca de Espronceda y las Leyendas de Zorrilla. En la poesía lírica de la primera mitad del siglo XIX, además de los dos autores mencionados, destacan el duque de Rivas (1791-1865), Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873) y Carolina Coronado (1823-1911). Ya en la segunda mitad de la centuria, y en convivencia con la estética realista, sobresalen los poetas posrománticos Rosalía de Castro (1837-1885) y Gustavo Adolfo Bécquer (1805-1841).

Don Álvaro y don Juan Tenorio
Don Álvaro y don Juan viven aventuras similares: ambos aman a una joven a quien pretenden raptar. Sin embargo, la intención de vivir con ellas su amor se frustra finalmente; los protagonistas se ven obligados a alejarse de sus amadas, con las que solo se reencontrarán en el momento de la muerte. A pesar del parecido de sus aventuras, su carácter y su suerte son totalmente opuestos. Don Álvaro es un creyente que, debido a su contrario sino, acaba por condenarse tras perseguir un amor que resulta imposible. Don Juan, sin embargo, es rebelde y pecador; evita siempre la desgracia, y su amor, lejos de arrastrarle al pecado del suicidio, lo conduce a la salvación. Don Álvaro y don Juan manifiestan dos maneras románticas diferentes de entender el mundo. El duque de Rivas observa la existencia como un absurdo en el que ni siquiera la fe es capaz de asistir al hombre, y Zorrilla ordena la vida humana bajo la figura de Dios y del sentimiento amoroso.


SIGLO  XIX
ROMANTICISMO
REALISMO
NATURALISMO

NOTAS DIFERENCIALES ENTRE NEOCLASICISMO Y ROMANTICSIMO
NEOCLASICISMO
ROMANTICSIMO
Predomina la razón sobre la fantasía y el sentimiento.
Predominio de la imaginación y sentimiento sobre la razón.
Lirismo objetivo: inseguridad y amaneramiento.
Lirismo esencialmente subjetivo. El poeta canta su propio yo.
Temática: gusto por la mitología y la historia antigua.
Temática: revalorización de la Edad Media caballeresca y cristiana.
Fría imitación de los modelos clásicos.
Imitación directa de la realidad exterior.
Expresión de sólo lo perfecto.
Admisión en la obra de arte incluso de lo feo y lo macabro.
Unidad de elementos  artísticos.
Pluralidad y polimetría de elementos antitéticos (prosa, verso; triste, alegre).
Sujeción a las normas clasicistas.
Libertad de inspiración y ejecución de la obra artística.
Sobriedad, ponderación, serenidad.
Exuberancia, excitación tumultuosa, reflejo de los tiempos apasionados.
Literatura académica, erudita, dirigida a un público culto.
Literatura popular, folclórica, accesible a todos los públicos.

ETAPAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XIX
Hasta 1830
Continúan las tendencias del siglo XVIII al tiempo que surgen algunos escritores prerrománticos.
1830-1850
Predominio de la escuela romántica.
1850-1870
Comienzo del Realismo.
1870-1898
Triunfo y apogeo del Realismo, llevado a su extremo por el Naturalismo.
1898
Se inicia en lo literario el siglo XX  (Generación del 98).

ROMANTICISMO
-El Romanticismo fue un movimiento artístico que se produjo en Europa durante el primer tercio del siglo XIX. Se inició en Francia e Inglaterra.
-Fue para la literatura lo que la Revolución Francesa para la vida social y política: la exaltación y triunfo de la libertad y del sentimiento individual sobre las normas y el frío racionalismo del siglo anterior.


ROMANTICISMO EN ESPAÑA  -  SIGLO XIX  (1ª MITAD)


Lírica
José de Espronceda: La canción del pirata.
José Zorrilla: Recuerdos y fantasías.
Duque de Rivas: Al faro de Malta.
Gustavo Adolfo Bécquer: Rimas.
Rosalía de Castro: En las orillas del Sar.

Lírica narrativa

Romances históricos – Duque de Rivas: El moro expósito.
Leyendas – José Zorrilla: Margarita la Tornera.
Espronceda: El estudiante de Salamanca.


Narración en prosa
Cuadros costumbristas – Ramón Mesonero Romanos: Escenas matritenses.
Leyendas - Gustavo Adolfo Bécquer: Maese Pérez el organista.
Novela histórica – Enrique Gil y Carrasco: El señor de Bembibre.
Novela costumbrista – Fernán Caballero: La gaviota. – Armando       Palacio Valdés: La hermana San Sulpicio.

Teatro
Francisco Martínez de la Rosa: La conjuración de Venecia.
Duque de Rivas: Don Álvaro o la fuerza del sino.
Juan Eugenio Hartzenbusch: Los amantes de Teruel.
José Zorrilla: Traidor, inconfeso y mártir. Don Juan Tenorio.

Periodismo y
ensayo
Mariano José de Larra: Artículos de costumbre. Artículos de crítica literaria.
Juan Donoso Cortés: Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo.
Jaime Balmes: El criterio.


A MEDIADOS DEL XIX:
Cuando el Romanticismo español está agonizando y triunfa la nueva literatura realista, surgen 2 figuras: Bécquer y Rosalía de Castro. Ambos constituyen una paradoja histórica, pues su poesía se diferencia notablemente de la mayor parte de los poetas de su época (Campoamor, Núñez de Arce…), es anacrónica ya que sus características están en contradicción con las de su época:
LITERATURA REALISTA
POESÍA DE BÉCQUER Y ROSALÍA
-Observación de la realidad.
-Objetividad (realidad).
-Intención docente.
-Moralidad.
-Imaginación y lirismo.
-Subjetividad (yo).
-Esteticismo.
-Sentimentalismo.
De la poesía romántica a la postromántica  hay un proceso evolutivo, dentro del mismo espíritu romántico (sobre todo, lírico):
POESÍA ROMÁNTICA
POESÍA POSTROMÁNTICA
-Lenguaje sonoro altisonante.
-Poesía externa (narrativa).
-Poesía superficial.
-Tendencia a la rima consonante, a los metros largos y a las estrofas cultas.
-Lenguaje más sencillo y profundo.
-Poesía intimista (intensidad lírica).
- Poesía honda.
-Tendencia a la rima asonante, a los metros cortos y a las estrofas de la poesía tradicional y popular.
 
NOTAS DIFERENCIALES ENTRE ROMANTICISMO Y REALISMO
ROMANTICISMO
REALISMO
Profundamente subjetivo.
Moderación afectiva de los sentimientos.
De gran idealismo y sentimiento.
Visión desapasionada del mundo.
Predominantemente lírico.
Desarrollo de la novela.
Desencanto ante la realidad que lleva a veces al suicidio.
Observación rigurosa y reproducción fiel de la vida.

REALISMO
-Hacia el año 1845 se opera en Francia una reacción contra el subjetivismo exagerado del Romanticismo. Los miembros de esta corriente literaria, llamada Realismo, tienden a captar y reproducir en sus obras la vida y el ambiente tales como son. Es, por tanto, una tendencia opuesta al idealismo sentimental de la escuela romántica.
-El género más característico es la novela. En ella se refleja la sociedad contemporánea en toda su complejidad.
NATURALISMO
- El naturalismo, se originó en Francia en la segunda mitad del siglo XIX, siendo su principal impulsor Émile Zola.
-La corriente naturalista pretende dar a la literatura un valor científico y de conocimiento.