MOVIMIENTOS LITERARIOS DE VANGUARDIA
MOVIMIENTO
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CONTEXTO HISTÓRICO
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Siglo XIX
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Romanticismo: Víctor Hugo
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Realismo. Novela
realista: Flaubert
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Simbolismo
antirrealista: Rimbaud
Verlaine
Baudelaire
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Comuna de Paris 1871
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Naturalismo: Zola
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Modernismo. Generación
del 98.
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Siglo XX
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Modernismo. Generación del 98.
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Revolución de Octubre 1905
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Expresionismo 1905-1933
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Cubismo 1906. Apollinaire. Generación Perdida. Vargas Llosa: “Conversaciones en la Catedral”. Julio Cortázar: “Rayuela”.
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Futurismo 1909
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Imaginismo 1914-1917
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I Guerra Mundial 1914-18
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Dadaísmo 1916
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Formalismo ruso 1916
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Revolución Soviética 1917
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Creacionismo 8
Ultraísmo 1918. Vicente Huidobro. ULTRA:
Guillermo de Torre, Borges, Gerardo Diego, Gómez de la Serna,
J, R. Jiménez y Ortega.
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Surrealismo 1924: Artaud, Paul Éluard. Literatura: escritura automática.
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Fascismo en Italia 1923
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Generación del 27
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Caída de la bolsa en 1929
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Personalismo (1932) y Existencialismo Cristiano: Heidegger, Gabriel Marcel, Jaspers.
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Hitlerismo en Alemania 1933
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Guerra Civil en España 1936-39
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II Guerra Mundial 1939-1945
Acuerdos de Yalta 1945
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Existencialismo sartreano 1946: Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir,
Albert Camus. Literatura del Absurdo: Kafka, Ionesco, S. Beckett.
Letrismo. Concretismo.
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Plan Marshall 1948
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Generación Airada 1950. Estructuralismo y Nouveau Roman. Los Beats.
Fonologismo y pop.
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Revolución Castrista 1959
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Intervención de USA en Vietnan 1961
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Posicionismo. Situacionismo 1965
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Bombardeos de Vietnan Norte 1965
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EL TÉRMINO VANGUARDIA
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El término “avant-garde” (vanguardia) surgió en Francia en los años
del I Guerra Mundial y alude a una cierta concepción bélica de determinados
movimientos literarios que en su lucha contra los prejuicios estéticos y las
normas establecidas constituyeron algo así como las avanzadillas o fuerzas de
choque en el campo de las literaturas, en su lucha por la conquista de una
nueva expresividad.
En sentido estricto, se entiende por literatura
de vanguardia aquella serie de movimientos que florecieron después de la I
Guerra Mundial y fueron sucediéndose, con mayor o menor fortuna, hasta el desencadenamiento
del segundo gran conflicto bélico, en 1939.
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ORIGEN Y EVOLUCIÓN
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Las vanguardias artísticas y literarias del
periodo de entreguerras son las herederas de un drama que, desde finales del
XIX, enfrenta a fe y razón, lógica e instinto, inteligencia y realidad. Toda
una generación de vanguardistas asiste a los preparativos de la gran Guerra. Como denominador común
de casi todos ellos será su condición de declarados “antipatriotas” y
desertores que se niegan a participar en un conflicto que no reconocen como
suyo.
El drama moral que enfrentaba lógica e instinto,
inteligencia y realidad se ha materializado brutalmente en forma de caos.
Pero el caos exige ser sumido con una mirada nueva que lo haga inteligible.
De ahí el intento de todos los vanguardismos, “ismos” plásticos o literarios,
de redefinir la realidad por encima de sus manifestaciones caóticas y
aparentes, y de transmitir al hombre una nueva mirada con qué desentrañarla.
Los vanguardismos despuntan antes o durante la I Gran Guerra, para llegar a su apogeo
en los años inmediatamente posteriores, entran en crisis a finales de la
década 1920-30 y desaparecen a lo largo de la siguiente, porque los
vanguardismos se han visto obligados a tomar partido en el nuevo gran
enfrentamiento histórico que se avecinaba. Ya no podrán no reconocer el
conflicto como suyo, porque ahora ya no se enfrentaban los nacionalismos,
sino auténticas concepciones del hombre y de la historia. Ello supone fin de
los sueños de reordenación de la realidad por parte de los vanguardistas. Los
movimientos han ido desintegrándose ante la intuición de la nueva “massacre”:
desaparecen los futuristas rusos, integrados en las filas de las asociaciones
de escritores “proletarios”; la mayoría de los futuristas italianos dan pie a
la creación de una estética fascista; los surrealistas franceses se enfrentan
entre sí, dividiéndose en militantes marxistas y no militantes; los
componentes de la generación española de los años 20 viven una Guerra Civil
en la que hay que tomar partido.
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LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
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Los vanguardismos son marcadamente europeos y
preponderantemente franceses. Las letras anglosajonas tan solo cuentan con el
caso del movimiento imaginista. Otros como el expresionismo alemán y el
futurismo italiano eligieron Francia para convertirse en grupo y lanzar su
manifiesto teórico. La mayoría de los futuros miembros de la generación
española del 27 y algunos poetas latinoamericanos militaron temporalmente en
las filas poéticas del creacionismo o del ultraísmo. En conexión con el
futurismo está la escuela crítica del formalismo ruso.
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CONCIENCIA DE GRUPO
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De grupo que está realizando una revolución
formal. Esto supone el mutuo reconocimiento previo de quienes
manifiestan una común sensibilidad,
así como una cierta institucionalización del grupo mediante reuniones
periódicas y manifiestos teóricos, lanzados a través de los órganos de
expresión del grupo, revistas literarias en su mayor parte. Esto entraña,
lógicamente, una tarea de elaboración teórica (no opuesta a práctica, porque
los manifiestos vanguardistas deben considerarse obra vanguardista) que
explicite el sentido y el alcance de la revolución formal emprendida por el
grupo.
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CARÁCTER DE REVOLUCIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE
EXPRESIVIDAD ARTÍSTICA
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Si la vanguardia propone una nueva normativa
estética que sea consecuente con la misma, lógicamente los mismos principios
de creatividad serán aplicables tanto a las formas musicales como a las
pictóricas, a las poéticas y a las escultóricas. Existe una clara tendencia a
expresarse en terrenos mixtos que requieran la colaboración de todos los
artistas del grupo, sin que ello contradiga el paralelo empeño de investigar
y definir lo pictórico o lo poético en su más “pura” esencia.
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CONCEPTO MÁS AMPLIO DE VANGUARDIA
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La literatura del siglo XX tiene sus raíces en
el pensamiento del siglo anterior, como Nietzsche y Kierkegaard, tal y
como reconocieron los surrealistas, en los grandes poetas malditos:
Rimbaud, Lautréamont, Baudelaire y Mallarmé.
En la producción literaria del XIX, se observa un
género realista, el de la novela. Correspondía la novela a las necesidades
culturales de la burguesía, clase rectora de los destinos de la sociedad
decimonónica. La novela es, básicamente, el instrumento artístico que la
burguesía utiliza para escribir su historia y reconocerse. Cuando el retrato
es demasiado crítico puede rechazarse, como Madame Bovary. Cuando la novela
está destinada a las capas populares se convierte en folletín
melodramático, pero no siempre será sencillo matizar la línea divisoria
entre este y la novela. En ambos casos impera una misma concepción de la
realidad y los tintes melodramáticos corresponden, en definitiva, a una
realidad –los costos sociales de la industrialización- ciertamente
melodramática.
A partir de los poetas malditos, de
finales de siglo, que son quienes sentarán las bases de los futuros
vanguardismos, se trunca la conexión entre autores y público lector, entre el artista de vanguardia y su
sociedad. En base a una sensibilidad en la que la sociedad burguesa ya no se
reconoce, se desencadena un proceso de interrogación, búsqueda y
experimentación de las formas de expresividad que no hace sino ensanchar y
ahondar el abismo que separa a unos de los otros. Divorcio que continúa
siendo incuestionable, pese a la existencia de grandes artistas que,
excepcionalmente, han sabido tender un puente entre su sociedad y el arte de
su tiempo, recreando una tradición popular sin renunciar por ello a las
técnicas expresivas de la vanguardia, como Maiakovski, García Lorca y Rivera.
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NUEVA SENSIBILIDAD
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El siglo XIX consagra el poder político-económico
de una burguesía convencida de la legitimidad histórica de sus intereses y
privilegios, exalta la filosofía utilitarista y rinde culto a la Razón y a la
Ciencia. Nadie pone en duda las excelencias de un progreso tecnológico y
científico que nunca tendrá fin y conducirá a las poblaciones hacia estados
de felicidad generalizada. Las violentas convulsiones sociales del siglo,
cuando no son espontáneas revueltas contra unas condiciones de vida
insoportables –que la burguesía en su “buena conciencia” consideraba como
naturales-, responden a una filosofía internacionalista de mayor alcance,
pero basada en último extremo en una confianza en la racionalidad y en el
progreso de la historia.
Frente al sueño cientifista de su tiempo, los
poetas malditos conciben la vida como misterio, y al hombre escindido entre
los anhelos de una felicidad, belleza y perfección inasequibles y el descenso
a los infiernos de la existencia y los de la conciencia. El arte,
entonces, más que un reflejo de la realidad “exterior” debe serlo de
esta otra “interior” y más profunda. Más que retrato, canto y
reflexión: poema. Son muchos los elementos neorrománticos que caracterizan la
obra Rimbaud, Mallarmé o Baudelaire en su pasión por la faceta oscura,
perversa a veces del hombre, que el racionalismo ignoró y muchos los
elementos de un cierto esnobismo bohemio y un aristocratismo espiritual en su
desprecio por las conquistas tecnológicas del siglo, los imperativos de la
socialización e, incluso, las reivindicaciones populares. Sin embargo, la
literatura del siglo siguiente va a considerarlos como auténticos
precursores, porque, en último extremo, la literatura contemporánea no afronta básicamente otros temas que el
de la oposición entre inteligencia y realidad, verdad e instinto, ciencia y
vida. Y reasume, frente a todos los excesos de optimismo racionalista, el
viejo tema de meditación que ya propuso Kierkegaard: el de la existencia de
los hombres considerados no como abstracciones, sino como seres reales de
carne y hueso, que en expresión propia
de Camus: “mueren y no son felices”.
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EVOLUCIÓN
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A principios del presente siglo, en pleno reparto
del botín colonial, y en medio de exaltaciones nacionalistas, fricciones por
la conquista de los mercados internacionales y obtención de materias primas,
sueños imperiales y enfrentamientos con los crecientes movimientos sindicales
de la clase obrera, existe ya un grupo de hombres de ciencia que empieza a
vislumbrar facetas hasta entonces insospechadas por la ciencia de la
condición humana: en 1895 Josef Breuer y Sigmund Freud publican sus estudios
sobre la Histeria, primera piedra
del sicoanálisis.
Las artes plásticas fueron las primeras en asumir
la “verdadera” esencia de una realidad caótica en sus manifestaciones
externas.
La absurdidad de los largos 4 años de la Gran
Guerra va a marcar profundamente a toda una generación de escritores, que
exaltarán por vez primera el antipatriotismo y la deserción –“Adiós a las
Armas” de Hemingway, y “Viaje al
fondo de la Noche” de Louis F. Céline-.
Los escritores proponen: la fe está rota, la
personalidad del h. disuelta, urge redescubrir la totalidad de la persona, es
decir, los mundos interiores, al tiempo que se revaloriza la acción y la
aventura individuales.
Los años inmediatamente posteriores a la guerra
son testigos del florecimiento de la literatura de vanguardia. Integrados
dentro de militancias vanguardistas o escribiendo fuera de ellas y en
solitario, estos son los años en que los escritores se reconocen en los
“malditos” de épocas anteriores, testimonian el drama del h. de su tiempo y
se lanzan al “experimentalismo” de nuevas técnicas absolutamente necesarias
para la expresión de su sensibilidad y pensamiento.
Antes de la caída de la bolsa en 1929 los
–“ismos” ya habían iniciado un proceso de descomposición.
La 2ª Posguerra es testigo de un resurgimiento de
la literatura de la desesperación y el absurdo –“La Peste” de Camus-.
Rimbaud, Lautréamont, Baudelaire rompen con el
esquema tradicional del poema.
En los vanguardismos se otorga a la palabra una
entidad real, es decir, no es menos real que otros aspectos de la realidad.
El arte es un experimento en el que el h. desempeña el papel de mago.
Contemporáneos a los vanguardismos y sin militar
en las filas de dichos movimientos existen otros que transforman la
literatura y la lengua de sus respectivos países:
―
1918: “A la búsqueda del tiempo perdido” de Marcel Proust.
―
1922: “Ulises” de James Joyce.
―
1925:
“El proceso” de Franz Kafka.
―
Años de la generación española del 20 y los
poetas latinoamericanos: César
Vallejo, Pablo Neruda, Vicente Huidobro ➤
creacionismo. Fernando Pessoa.
Para el vanguardista, la forma no es un fin en sí
misma, sino que está en función de las transformaciones de la experiencia, de
ahí la necesidad de la experimentación formal y de ahí su fugacidad.
La reacción es uno de los mecanismos motrices de
la vanguardia.
Después de unos 30 años, desde “Ubu Rey” priva la
resolución: compaginar los principios de vanguardia artística con los de
vanguardia revolucionaria, a partir de la toma de postura política de la
mayoría de vanguardistas y se ven obligados a defender sus principios
estéticos de los ataques realizados en nombre de una revolución con la que se
identifican.
Excepciones a esta situación son quienes han
abrazado un ideario político antimarxista –futuristas italianos- o quienes se
mantienen en una postura vanguardista “más allá” de las urgencias históricas
y políticas -Artaud y algunos surrealistas-.
Naturalismo
burgués
oposición Experimentalismo vanguardista
Objetivismo
marxista
Realismo socialista
Objetivismo
vanguardista
El naturalismo
burgués alzará la bandera del “clasicismo” y acusará de “decadentismo” a
las vanguardias y de situarse en un terreno de agitación no propiamente
literario a la literatura crítica realista.
La estética
marxista se define como “objetiva” y acusando de alienación subjetiva al
naturalismo burgués y a los vanguardismos.
La experimentación
vanguardista será tachada por unos de perversión decadente y subversiva,
y por otros de subjetivismo al mismo nivel del idealismo capitalista e
irracionalismo burgués.
No todos los vanguardismos han tenido las mismas
preocupaciones prioritarias, idéntico alcance y ni tan siquiera han
pretendido situarse en el terreno de la creación artística propiamente dicha.
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COMÚN A TODAS LAS VANGUARDIAS
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― Oposición
a las estéticas naturalistas.
― Arte
divorciado del gran público.
― Arte
condenado a la fugacidad.
― Arte
en perpetuo cuestionamiento sobre sí mismo.
― Experimentación
de nuevas formas de expresividad.
― Subjetividad
creadora.
― Captan
por anticipado el espíritu de los tiempos.
― Rompen
de antemano con los corsés que imposibilitan su expresión.
Frente a los lugares comunes y al universo
cerrado e inamovible de los naturalismos, los vanguardismos han constituido
las avanzadillas de la sensibilidad creadora de nuestro tiempo.
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EXPRESIONISMO:
Supone el 1er grado en la escala con la ruptura
naturalista. 2º grado: cubismo y 3º: futurismo.
El expresionismo refleja una imagen de la
realidad deformada por el artista, y reivindica la presencia de la subjetividad creadora del artista.
El expresionismo alemán no constituye una escuela
definida y cerrada. Y se extiende desde 1910 hasta 1933 en que desaparece a
manos del nazismo.
El expresionismo no rompe con toda la herencia
cultural germánica, sino que recrea elementos medievales y barrocos,
enlazando con la tradición espiritualista y trágica.
Los orígenes del expresionismo se encuentran en
el pensamiento de: Nietzsche, Sören Kierkegaard, Martin Buber, y Rudold
Steiner, en el drama de Henrik Ibsen y A. Strindberg, y en Dostoievsky.
Características
generales:
― Nace
como reacción contra el orden kaiseriano más que contra la tradición cultural
alemana. Rechazo de la estética naturalista e intento de superación de la
misma.
― Reconstrucción
de la realidad a partir del yo del artista. Movimiento de cariz egocentrista
y humanitarista.
― Concepción
atormentada de la vida y el arte.
― Abarrocamiento
del estilo. Experimentación formal.
― No
rompe con toda la tradición alemana ni vuelve sus espaldas a la realidad política y cultural de su país.
Abarcan
sus frutos todas las artes:
Pintura: Max Beckmann, Otto Dix, George
Grosz. Emil Nolde, Max Pechstein.
Influyendo
en los no alemanes: Alfred Kubin, Eduard Munch, Georges Rouault, Edouard
Goerg, de la Escuela de París. Jules Pascin, Amedeo Modigliani. Y Isidro
Nonell, José Gutiérrez Solana, Zabaleta y el joven Picasso de España.
Música: Gustav Mahler, Arnold Schönberg, Alban
Berg, Anton von Webern.
Teatro: Reinhard
J. Sorge, Carl Sternheim, Ernst Toller, Georg Kaiser, Herwarth Walden,
influye en: el joven Brecht, Ferdinand
Bruckner.
Narración: Franz Werfel, Gottfried Benn, Max Brod, Heinrich Mann.
Poetas: Georg
Trakl, Georg Heym, August Stramm, Ernst Stadler, Ludwig Rubiner;
influyendo en: Rainer M. Rilke, J. R.
Becker.
Expresionismo
tardío:
Director de cine: Robert Wiene, Paul Leni, Paul
Wegener, Arthur Robinson, Fritz Lang, Friedrich W. Murnau, Geor W. Pabst,
Josef von Sternberg, Orson Welles.
― Pasión
de los expresionistas por el drama musical, colaboran: pintores, escritores,
directores de escena, actores…
― Preeminencia
de la novela y del drama sobre la poesía. Poesía que exalta el pacifismo y la
solidaridad humana ante la I Guerra Mundial y en el periodo de entreguerras
sentimientos revolucionarios.
― Tema
dominante: revuelta contra el orden paterno, absurdo y kaiseriano.
Evolución:
3 periodos del movimiento expresionista.
1º:
1910 hasta 1ª Guerra Mundial.
2º:
Republica de Weimar – 1927 pos expresionismo.
3º: 1927
(nueva objetividad) – Nazi 1933.
El
postexpresionismo de la “Nueva Objetividad” pretende volver de nuevo sus ojos
a la realidad.
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CUBISMO:
El cubismo pretende captar la realidad desde
todos los ángulos posibles y reivindica la sabiduría del artista que no solo refleja
lo que ve, sino también lo que sabe del objeto.
Es un movimiento eminentemente galo que influirá
en otros países.
Caracteres
generales:
― Reivindican
la autonomía absoluta de la obra de arte. El poema se entiende como “objeto”,
como fin en sí mismo.
― Predominio
de lo que el artista sabe del objeto sobre lo que ve.
― Sentimiento
de cosmopolitismo, pasión por el viaje y la aventura.
―
Incorporación del elemento de humor. La
literatura redescubre el juego. Los poemas son alegres, festivos y
atravesados por el humor.
―
Aparece el elemento antisentimentalista y
prosista. Es un rechazo de las actitudes patéticas y sentimentaloides de la
lírica tradicional de corte romántico.
―
Los cubistas son innovadores en el
descubrimiento de una lógica que asocia elementos imposibles de conectar
entre sí conforme a la racionalista: el
collage.
―
El
poema cubista oscila entre la simultaneidad de idea., percepciones y
sensaciones y la disposición gráfica de las palabras. Rompe con la rima,
puntuación y lo convierte en un
experimento a caballo entre el elemento literario y el
visual-espacial.
―
Desdoblamiento del poeta, que se interpela a
sí mismo como si fuera otro lector.
Sin Apollinaire quizá no hubiera existido el cubismo literario, pero
sin la asimilación cubista por parte de la “Generación perdida” posiblemente
hoy Mario Vargas Llosa no hubiera
escrito “Conversaciones en la Catedral” ni Julio Cortázar “Rayuela”.
Evolución:
―
Arranca el cubismo de los cuadros pintados por
Picasso y Braque entre 1906 y 1908. Se adhieren pronto: Juan Gris y Albert Gleizer.
Poetas pertenecientes al
grupo: Apollinaire, André Salmon,
Marie Laurencin, Maurice Raynal, Max Jacob, los hermanos Leo y Gertrude
Stein, Blaise Cendrars.
―
Los primeros años de la I Guerra Mundial
suponen un paréntesis obligado a las actividades del movimiento cubista, que
renacen en 1917 e inicia su periodo de
mayor esplendor.
Publican:
Apollinaire, Jacob, Cendrars, Breton…
Amédée Ozenfant,
Pierre Jeanneret, Pierre Reverdy, Paul Raynal, Paul Morand, Paul Éluard,
Valéry Larbaud, Benjamin Péret, René Crevel, Antonin Artaud, Robert Desnos,
Jean Cocteau.
―
Coincide este periodo con el de una catalización
de los escritores estadounidenses entorno a la personalidad de Gertrude Stein, que actuó como “vaso
comunicante” entre el cubismo francés
y sus compatriotas: Ernest Hemingway,
John Dos Passos, Sherwood Anderson y menos en: Francis Scott Fitz-gerald y Ezra Pound.
―
El cubismo literario muere de muerte natural y
absorbido en parte por el Dadaísmo y sobre todo por el Surrealismo.
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FUTURISMO:
El futurismo intenta reflejar el movimiento de la
realidad o la realidad hecha movimiento. Pretende expresar la simultaneidad
de sensaciones y de ideas a través del movimiento del objeto.
El futurismo puede reducirse a su fundador: Filippo Tommaso Marinetti. Filosofía
social consumista.
Caracteres
generales:
― Pretenden
mostrar la realidad en pleno movimiento. Los de la vertiente plástica: Carlo
Carrà, Luigi Russolo, Giacomo Balla, Gino Severini y Umberto Boccioni.
― Tema
central: adoración a la máquina, la velocidad y la máquina futurista. No son
reales y son más bien un fetiche literario.
― Exaltación
de la intuición y del sensualismo latino frente a la inteligencia. Reivindica
el valor y la audacia. Primacía de lo viril frente a lo femenino. Exaltación
de la energía y la acción. Revalorización del nacionalismo, patriotismo,
militarismo y la guerra.
― Se
propone la destrucción total de la sintaxis y la puntuación. La frase
futurista: pura sucesión de “palabras en libertad”. Supresión del “yo” en el
poema. Desaparición del adjetivo y el adverbio.
― El
futurismo es el primer movimiento que afirma los límites de la literatura e
intenta recuperar un punto de conexión con la vida. Así eligieron el compromiso fascista.
Evolución:
El canto al nuevo h. producto de la nueva
civilización industrial tiene sus precedentes. También el vitalismo,
sensualismo e irracionalismo “latinos” son herederos de D’ Annunzio.
El futurismo literario se reduce a la actividad
de Marinetti y sus hombres. De ahí que los adheridos al movimiento (Corrado
Govoni, Paolo Buzzi, Francesco Cangiullo y Luciano Fogore) hayan pasado a la
historia más como comparsas que como escritores de interés. Pero las
verdaderas personalidades creadoras fueron abandonando la escuela: Soffici, Papini, Carrà y Severini.
El futurismo interpreta la modernidad en su
vertiente imperialista, nacionalista y militarista.
Marinetti se aferra a sus posiciones en 1919
funda la agrupación prefascista de los ARDITI y se entrega a la política.
En 1919 se inicia el experimentalismo del “teatro
sintético” futurista, sucesión de rapidísimos cuadros. Se experimenta el
“teatro aéreo”.
El fascismo acaba con el movimiento.
FUTURISMO
RUSO:
La gestación del futurismo ruso nada o muy poco
debe a Marinetti, pero sus principios estéticos son similares.
De entre todas las corrientes de la vanguardia
rusa destaca la futurista, cuyos
principales representantes: Klebnikov, Maiakovski, Burluke y Kruchenik.
La modernidad
del futurismo ruso se identificará con los ideales revolucionarios,
pero el sueño de una alianza entre las vanguardias artísticas y las
revolucionarias se rompe muy pronto.
FUTURISMO
PORTUGAL Y BRASIL:
La expresión del vanguardismo portugués es
pionero de toda la península (1910). Recibe fundamentalmente el impacto
futurista de los italianos.
Cuenta con: Adolfo Casais Monteiro, Mário de
Sá.Carneiro, Santa Rita y Fernando Pessoa.
Ronald de Carvalho fue el introductor del
vanguardismo en Brasil, en donde encuentra un clima propicio para el
florecimiento de todos los experimentalismos vanguardistas y da nombres como:
Mário de Andrade, Manoel Baudeira, Murilo Mendes o Celia Meireles; un músico:
Heitor Villa-lobos, o el arquitecto: Oscar Niemeyer, el creador de Brasilia.
Compromiso del futurismo brasileño con el
nacionalismo, teñido de filofascismo, del Estaido Novo.
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LAS
VANGUARDIAS DEL VANGUARDISMO:
DADAÍSMO:
Dadá declara la inutilidad de la literatura en
general y de la búsqueda
experimentalista en particular: si la obra es un objeto autónomo y el
lenguaje un fin en sí mismo –un metalenguaje-, forzosamente la literatura
llega a su punto culminante en el balbuceo.
Tristan Tzara insistía en que dadá no era “una
escuela literaria o artística”, sino
“una fórmula de vivir”.
Caracteres
generales:
― Dadá
no se declara literario o artístico, sino punto final de una evolución que
sitúa al arte en el callejón sin salida del absurdo.
Dadá es una
radical ruptura con todo el pasado, incluyendo las mismas vanguardias
anteriores.
― Este
vitalismo dadaísta pasa por la reivindicación del nihilismo, de la duda
sistemática, de la locura, de la burla, del humor sangriento, de la gratuidad
y del exhibicionismo, del terrorismo cultural.
― En
las artes plásticas se traduce en una búsqueda de lo fantástico, en la
desacralización de la pintura, la reivindicación de los objetos prefabricados
fuera de su contexto utilitario y de los materiales más cotidianos y
prosaicos. Pintores: Francis Picabia,
Marcel Duchamp, Kurt Schwitters.
― El
dadaísmo literario se traduce en la actividad panfletaria y en la celebración
de escandalosos festivales. Se trata
de auténticos antiespectáculos en los que los dadaístas se exhibieron a sí
mismos en las actitudes más provocadoras.
― Dadá encerraba en su seno su propia muerte. Si quería ser coherente no podía
“crear” y su euforia iconoclasta no podía durar eternamente.
Evolución:
El dadá surge simultáneamente en Suiza y en
U.S.A. , como expresión de una serie de desertores morales de la I Guerra
Mundial.
El grupo suizo nace en Zurich, en el cabaret
Voltaire y está constituido por Tzara, Richard Huelsenbeck y Hugo Ball,
escritores. Pintores: Hans Arp y Marcel Janco.
El grupo estadounidense: Man Ray, M.Duchamp y
Picabia. Max Ernst difunde el dadá en Alemania. El dadaísmo alemán adquiere
personalidad propia.
En Francia los directores de “Littérature”
Breton, Aragon y Soupault invitaron a Tzara. También aparecen: Ungaretti y
Jacques Prévert.
Con Picabia por su lado y los fieles a Tzara por
otro y la escisión surrealista de los agrupados en “litterature” que se
independizan definitivamente en marzo de 1922, el dadaísmo puede darse por
liquidado.
SURREALISMO:
Dadá destruyó sin realizar. Surrealismo: realizó
arte, sin destruirlo.
El surrealismo se limitó a establecer con el dadá
unas relaciones pasionales y más bien breves.
El surrealismo pretende desentrañar el sentido
último de la realidad y de una realidad más “amplia” o “superior” hasta
entonces desdeñada, quiere desvelar el funcionamiento real del pensamiento,
con “ausencia de toda vigilancia ejercida por la razón” y al margen de toda
preocupación estética o moral.
Caracteres
generales:
― Reivindicación
del subconsciente y del sueño, a los que se otorgan una entidad de igual o
mayor importancia que a los estados de vigilia.
― En
la pintura: radical oposición al abstraccionismo, y experimentación de lo
fantástico y simbólico.
― En
la literatura surrealista esta búsqueda se traduce en el descubrimiento de la
escritura automática: “Escribid rápidamente, sin tema preconcebido, lo
bastante rápido para no sentir la tentación de releer… la frase vendrá por sí
sola porque solo pide que se la deje exteriorizarse”.
― Este
estado de trance entre la vigilia y el sueño no solo se aplica al momento de
producir “arte”, sino en cada momento de la vida.
― También
utiliza la crueldad y el humor –cargado de presagios y connotaciones “humor
negro”-.
― A
partir del descubrimiento de Marx, Lenin y Trotsky, el surrealismo creerá en
la posibilidad de un maridaje entre le revolución social marxista y la mental
surrealista. Esta tesis solo será en parte compartida por los comunistas
checos y por Trotsky.
Evolución:
―
Breton, junto con Aragon y Soupault, funda “Littérature”.
Es la etapa de deslumbramiento dadaísta: 1920-1922.
―
Entre 1922-1925: fase investigativa de los
nuevos principios. En 1924 1er manifiesto. El grupo cuenta con: Baron,
Artaud, Boiffard, Carrive, Crével, Deteil, Desnos, Ernst, Picon, Éluard, Limbour,
Masson, Malkine, Morisee, Naville, Noll, Péret, Unik.
―
En 1925 se inicia el proceso de ampliación del
movimiento. También se politiza el movimiento traduciéndose la actividad
revolucionaria surrealista en una serie de cartas-denuncia a los dirigentes políticos
y religiosos, causa de escándalo entre los comunistas ortodoxos.
El
movimiento sigue fortaleciéndose con nuevos miembros: Hugnet, Char, Sadoul,
Tanguy, Buñuel, Dalí y Cocteau.
―
En 1939, Europa en guerra, comienza la
expansión surrealista en el continente americano. Breton llega a U.S.A., son
los años de mayor influencia en las letras mexicanas, argentinas y chilenas.
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OTRAS
VANGUARDIAS CLÁSICAS:
IMAGINISMO:
Imaginismo
ruso: nace como reacción “formalista” al movimiento futurista acaudillado
por Maiakovsky.
El imaginismo de Alexandre Kusikov, Anatad
Marienjov y sobre todo de Sergej Esenin reivindica el cultivo de la forma y
la autonomía del poema.
Tras el triunfo de la Revolución soviética, el
movimiento abraza la causa del pueblo, pero su izquierdismo le distancia
pronto de la línea política leninista. Y su movimiento será calificado
oficialmente de “peligrosa enfermedad política”.
Escuela
rusa formalista: nacida en Moscú y Leningrado, en 1916, con fuertes
conexiones con el futurismo. Es la 1ª en hablar, en crítica literaria, de la
obra entendida como sistema funcional. Sus postulados serán desarrollados más
tarde por el Circulo Lingüístico de Praga, base a su vez del estructuralismo
lingüístico.
Imaginismo
angloamericano: surge en 1914 y desaparece en 1917.
Se le ha considerado como la definitiva ruptura
con la literatura clasicista victoriana, aunque de hecho existen otras
importantes corrientes de reacción, tal y como la decadentista (V. Beardsley,
Oscar Wilde).
El
grupo estaba formado por: Richard Aldington, F. S. Flint, David H. Lawrence,
Ezra Pound, Hilda Doolittle, John G. Fletcher y Amy Lowell.
Los imaginistas reivindican el tema y el verso
libres y la precisión y exactitud de
las imágenes.
La influencia imaginista se hace sentir en otros
escritores no antoligizados: J. Joyce, William C. Williams, Aldous Huxley,
Ford Madox Ford y Thomas S. Eliot.
VANGUARDISMO
EN CATALUÑA:
La aparición del vanguardismo catalán está ligado
a nombres como: Joan Salvat-Papasseit, Joaquín Folguera, Josep Mª Junoy,
Lluís Montanyà, Sebastià Sànchez-Juan, Guillem Díaz-Plaja, J. M. de Sucre,
Tomás Garcés, Dalí, Joan Brossa, J. V. Foix, Sebastià Gasch, Josep Dalmau.
En un principio el vanguardismo catalán acusa
fundamentalmente la influencia del futurismo italiano, pero teñido, con
Salvat-Papasseit, de una clara ideología obrerista.
Se cultiva también el caligrama conforme a los
cánones cubistas.
El catalán reacciona contra el antinoucentismo,
que es la opción cultural elegida por la sociedad catalana.
Tal sensibilidad vanguardista o bien cedió en sus
postulados estéticos o se ocultó en la marginación de la posguerra.
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CREACIONISMO,
ULTRAÍSMO, GENERACIÓN 27:
El poeta chileno Vicente Hiudobro pretendió lanzar el creacionismo. El poema, para
él, no debe imitar o reflejar la Naturaleza, sino que debe tener el poder
creador de la Naturaleza.
El círculo creacionista pasó pronto a engrosar
las filas del ultraísmo.
Pionero del vanguardismo español es Ramón Gómez de la Serna, que con Juan
Ramón Jiménez, Ortega, Rafael Cansinos-Assens, lanza en 1918 un manifiesto
titulado: “ULTRA” que dará nombre al vanguardismo español: ULTRAÍSMO. El alma del movimiento era Guillermo de Torre. Contaba además
con: Jorge Luis Borges, Eugenio Montes, Gerardo Diego, A. Cubero, Ernesto
Giménez Caballero, Rivas Panedas, Pedro Garfias, Mauricio Bacarisse, Juan
Larrea.
Los postulados del ultraísmo eran la refundición
de todas las vanguardias mundiales:
― Supresión
de la rima y la puntuación.
― Valor
visual-tipográfico del poema.
― Permuta
de sensaciones en la metáfora.
― Reacción
antinovecentista, antisentimentalista y antitrágica (cultivo del humor).
El ultraísmo no produjo “monstruos” como otros
movimientos europeos. Sin el ultraísmo la renovación de las letras
castellanas se habría hecho más difícil y tardía. El movimiento desaparece
oficalmente en 1922.
A raíz del homenaje a Góngora se empezó a hablar
de la Generación del 27, que
retoma la antorcha del vanguardismo, aportando nuevos elementos (influencia
surrealista). Giménez Caballero y Guillermo de Torre son los fundadores de la
“Gaceta Literaria”.
Entre los poetas:
F. García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Jorge
Guillen, Luis Cernuda, León Felipe.
Prosistas:
José Bergamín, Benjamín Jarnés, Max Aub, Rosa Chacel, Francisco Ayala, José
Mª Hinojosa, César M. Arconada, J. Mª de Cossío.
Los americanos conectados directamente a esta
generación: Vicente Huidobro, César Vallejo, Pablo Neruda.
A partir del proceso de politización de los años
30 se perfila claramente el grupo de corte fascista-futurista que creará una
poética falangista (Giménez Caballero) o tradicionalista (Ramiro Ledesma
Ramos).
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VANGUARDIA
EN AMÉRICA LATINA (Ultraísmo):
Puntos centrales del vanguardismo americano:
―
Conexión con las literaturas europeas,
especialmente con la española.
―
Aportación de un elemento indígena,
revalorización de lo autóctono.
Aparte de Huidobro, Jorge Luis Borges crea un 1er grupo ultraísta argentino
formado por: Piñeiro, Roberto A. Ortelli, Norah Lange, Oliverio Girondo,
Francisco Luis Bernárdez.
El vanguardismo chileno se tiñe muy
rápidamente de un compromiso político: Pablo
Neruda.
Pero donde el vanguardismo dará, en unión al
cultivo de las formas poéticas y musicales indígenas, sus más famosos frutos,
será en Cuba y Puerto Rico: Alejo
Carpentier, José Lezama y Nicolás C. Guillén.
México no parece muy receptivo a los
movimientos de vanguardia, a excepción de: Diego Rivera y Octavio Paz.
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CONTRAOFENSIVA
DE LA VANGUARDIA: EL LENGUAJE
Frente al “contenido” de la literatura
existencialista y social despunta la última reacción de un vanguardismo que
se define como gratuito, en el sentido de carente de contenido.
La vanguardia de la 2ª posguerra lleva
hasta sus últimas consecuencias: los experimentos lingüísticos de las
vanguardias clásicas.
Común denominador a todos: práctica del arte como
actividad autónoma y autosuficiente.
Existe toda una corriente cultivadora del ABSURDO que nace con Kafka, florece
con Eugène Ionesco y S. Beckett en la escena de la 2ª posguerra. Expresan el
absurdo con un lenguaje que también lo es.
Beckett es el punto de engarce de esta
experimentación lingüística con la narrativa.
A partir de 1955 se tiene conciencia de la
existencia de toda una escuela, bautizada con diversos nombres: “DE LA MIRADA OBJETIVA”, “ANTINOVELA” O
NOUVEAU ROMAN. Sus miembros: Maurice Blanchot, Michel Butor, Marguerite
Duras, Alain Robbe-Grillet, Jean Cayrol, Nathalie Sarrante, Claude Simon,
Kateb Yasine.
Si el punto de arranque literario de la escuela
es Beckett, el teórico es la investigación lingüística del estructuralismo.
El arte solo puede ser neutro, el estilo
invisible. La novela no puede contener historia ni personajes, ni el artista
puede tener una mirada más penetrante que la de un objeto exterior. El
narrador, el lector y el protagonista deben confundirse. No existe el pasado
ni el futuro ni conciencia.
Del absurdo se ha llegado al vacío y al tedio, a
un arte en el que nada existe, ni siquiera el lenguaje desde el momento en
que este tiende a su destrucción. Es literatura autodestruida.
LA POESÍA:
DE LA FONOLOGÍA A LA SEMIÓTICA:
En poesía también se ve la paradoja de negar sin
renunciar a la creación.
El experimentalismo de la 2ª posguerra
comienza por destruir la palabra y trabajar con las letras (fonética o
espacialmente), continúa por destruir las letras para trabajar con los signos
y por último con las señales.
-Entre 1945 y 1948 aparece en París la 1ª escuela letrista
que afirma trabajar con las “letras”. Sus representantes son: Isidore Isou,
Sarane Alexandrian.
-El letrismo elevará a categoría poética la
visualización de las letras y está íntimamente relacionado con la posterior poesía
tipográfica de Franz Moon, Max Bense y Diter Rot.
-Con similares presupuestos resurge el
experimentalismo brasileño con el nombre de concretismo o poesía concreta
que cultivan Augusto y Haroldo do Campos, Ronaldo Azevedo. Pasión por la
musicalidad y la onomatopeya, lo que lo coloca a caballo del fonologismo.
-Otra rama del experimentalismo poético se centra
en el estudio de los fonemas y lleva hasta sus últimas consecuencias el
postulado de la poesía entendida como lenguaje dentro del lenguaje: el poeta
llega a crear lenguaje e incluso alfabetos particulares, como el “languageo”
de Chakbaborty.
-Otra rama, más pictórica o grafista que
literaria, eleva a categoría poética el mero signo y la señal-mensaje. Parece
el último recurso para revitalizar el experimentalismo literario.
-La computadora realizará igual o mejor posibles
combinaciones lógico-simbólicas, como ha puesto de relieve Margaret Masterman
con su programa de modelos lingüísticos o Nino Balestrini con su máquina de
hacer poemas.
El cibernetismo poético ha reclamado su parentesco
con las últimas vanguardias por su reivindicación del “juego”.
-El situacionismo rechaza la alienación
urbana y reivindica el caos creativo a todos sus niveles y condena el orden
atómico. El situacionismo nació en Italia en 1957 bajo la dirección de
Michèle Bernstein, grupo inicial del que se escindió una segunda
Internacional situacionista acaudillada por el sueco Jörgen Mash. Los años de
apogeo del situacionismo son desde
1964 hasta 1967, especialmente en los Países Bajos, donde conecta con
los movimientos contestatarios y contraculturales holandeses.
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U.S.A.
La literatura anglosajona carece de la tradición
racionalista-teórica-vanguardista que cuaja en las vanguardias europeas. Su
punto de contacto con estas lo constituyen los rebeldes románticos: E. A.
Poe, Herman Melville; o vagamente místicos: W. Whitman de U.S.A.; ingleses
fantásticos: W. Blake, L. Carroll, Ch. P. Snow.
Será necesario que 85 escritores de U.S.A. fijen
su residencia en Europa (1915-1930) para que la lireratura norteamericana
haga suyas muchas de las técnicas de vanguardia (cubismo). Es la generación
“perdida” de: J. Dos Passos, William Faulkner, F. Scott
Fitzgerald, G. Stein, E. Hemingway…
A esta le sigue la de: J. D. Salinger, James
Jones, Saul Bellow, Henry Miller y Norman K. Mailer.
En los años 50 surgen 2 fenómenos
característicos:
―
Rebelión de los jóvenes airados ingleses.
―
Rebelión de los jóvenes golpeados estadounidenses.
John Osborne, Collin Wilson, Doris Lessing y
Kingsley Amis fueron los 1ºs en testimoniar un radical desencanto y
desconfianza ante el sistema de vida
inglesa de la posguerra.
Son mayores las novedades aportadas por la generación
beat:
― Rebelión
contra el modo de vida americano.
― Esta
rebelión se hace vida y acción (nomadismo, vagabundeo, identificación con los
marginados –raza-). La literatura se hace desde y a partir de la vida (Jack
Keronac). Este vitalismo integra la agonía, el dolor y la destrucción. Hacen
del sexo una bandera.
― Descubrimiento
de la tradición mística anglosajona y del pensamiento Zen. Consumo de drogas
(William Burroughs, Timothy Leary).
― Conexión con la cultura popular y la masa
juvenil a través de la música: jazz, rock: Allen Ginsberg, Gregory Corso,
Lawrence Ferlinghetti, Ed Sanders, Janis Ian… Poetas entre los músicos: Bob
Dylan, Paul Simon.
― El
elemento vanguardista de Burroughs, McClure y Gary Snyder está en su falta de
confesionalidad literaria. Retorcimiento del lenguaje, cultivo de la paradoja
y necesidad de creación de otros lenguajes.
Muchas veces autores que se mantienen fuera de
movimientos hacen la obra más perfecta: John Updike, Bernard Malamud.
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